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Un club mexicano de futbol, sus recursos y la relación con un grupo organizado de aficionados en el contexto del 2015 al 2021: La Máquina de Cruz Azul
Um clube mexicano de futebol, seus recursos e o relacionamento com uma torcida organizada no contexto de 2015 a 2021: La Máquina de Cruz Azul
A Mexican soccer club, its resources and the relationship with an organized group of supporters in the context of 2015 to 2021: La Máquina de Cruz Azul
Argumentos - Revista do Departamento de Ciências Sociais da Unimontes, vol.. 18, núm. 2, 2021
Universidade Estadual de Montes Claros

Dossiê

Argumentos - Revista do Departamento de Ciências Sociais da Unimontes
Universidade Estadual de Montes Claros, Brasil
ISSN: 2527-2551
ISSN-e: 1806-5627
Periodicidad: Semestral
vol. 18, núm. 2, 2021

Recepción: 01 Abril 2021

Aprobación: 22 Mayo 2021


Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.

Resumo: Este trabalho etnográfico foi baseado em investigação de campo própria, provê um olhar aproximado do interior de um time mexicano de futebol, Cruz Azul, e a relação com o grupo organizado de torcedores “La Sangre Azul”. Para este estudo desenvolvi um trabalho de investigação documental, além disso, realizei um estudo social no qual levei a cabo duzentas entrevistas com integrantes da torcida, e convivi com eles no estádio onde observei a relação com a direção do clube. Por outro lado, convivi com os torcedores nos espaços do estádio e arredores de seu bairro. A investigação demonstra a organização da torcida, seus integrantes, a relação com a unidade de parentesco e a relação com o clube de futebol. O trabalho tem vários resultados, um deles foi entender a relação com os dirigentes do clube, a relação clientelar dos torcedores organizados com os dirigentes do clube de futebol, e entender, nesse sentido, a relação de aproximação e distanciamento da torcida com a direção do clube Cruz Azul.

Palavras-chave: Clube de Futebol, Direção, Torcida, Futebol, Torcida Organizada, Relação Clientelar, Identidade, Bairro, Família Bairrista.

Resumen: Este trabajo etnográfico fue basado en investigación de campo original; provee una mirada cercana al interior de un equipo mexicano de futbol Cruz Azul y la relación con el grupo organizado de aficionados “la Sangre Azul”. Para este estudio desarrollé un trabajo de investigación documental, además realicé un estudio social donde llevé a cabo docenas de entrevistas con los integrantes de la barra y conviví con ellos en el estadio donde observé la relación con la directiva. Por otro lado, conviví con los barristas en los espacios del estadio, alrededores y su barrio. La investigación demuestra la organización de la barra, sus integrantes, la relación con la unidad de parentesco y la relación con el club de futbol. El trabajo tiene varios hallazgos, uno de ellos fue entender la relación con dirigentes del club, la relación clientelar de aficionados organizados con los dirigentes del club de futbol, y entender en este sentido, la relación de acercamiento y distanciamiento de la barra con la dirigencia del club Cruz Azul.

Palabras clave: club de futbol, directiva, barras, futbol, aficionados organizados, relación clientelar, identidad, barrio, familia barrial.

Abstract: This ethnographic work, is based on my own field research, provides a close look at the interior of a Mexican soccer team, Cruz Azul, and the relationship with the organized group of fans "La Sangre Azul". For this study I carried out a documentary research work, and also a social study in which I conducted two hundred interviews with members of the fan club, and lived with them in the stadium where I observed their relationship with the club management. On the other hand, I lived with the fans at the stadium and around their neighborhoods. The investigation demonstrates the organization of the supporters, its members, the relationship with the kinship unit, and the relationship with the soccer club. The work has several results, one of them was to understand the relationship with the club managements, the clientel relationship of the organized fans with the soccer club officials, and to understand, in this sense, the relationship of closeness and distancing of the fans with the direction of the Cruz Azul club.

Keywords: Soccer Club, Management, Supporters, Soccer, Organized Fans, Clientelist Relationship, Identity, Neighborhood, Neighborhood Family.

Introducción

Agradecemos la invitación, de la revista Argumentos del Departamento de Política e Ciencias Sociales de la Universidad Estatal de Montes Claros- UNIMONTES, para participar en la presentación del texto que menciona la relación de los clubs con sus aficionados y los recursos que se despliegan entorno a esta relación, esto enfocado únicamente en el club de fútbol mexicano Cruz Azul y sus aficionados organizados; observaremos lo que sucede en el entorno con la estructura del club, su estadio, sus instalaciones deportivas y el grupo organizado de animación. El foco central recae en la relación de la barra “La Sangre Azul” con la dirección del club de futbol.

Antes de iniciar la presentación de este estudio social, observaré brevemente la situación política de México que ha prevalecido en estos últimos años del 2008 a 2021; las prácticas que ha llevado, en estos años, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, y analizaremos en el estudio, cómo ha repercutido en el propio club de futbol Cruz Azul.

Del 2008 al 2018 gobernaron los partidos políticos de derecha: el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI); el primero con el presidente Felipe Calderón y el segundo con el presidente Enrique Peña Nieto. Según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL)[1], en 2008, con el gobierno de Calderón, la situación de pobreza fue 49.5 millones de personas, mientras en 2018 con Peña Nieto fue de 52.4 millones de personas. En este año de 2018 ganó las elecciones presidenciales, el Partido Movimiento de Regeneración Nacional, representado por Andrés Manuel López Obrador.[2] Y hasta el 2020, en el gobierno de Morena con el presidente Andrés Manuel López Obrador, durante la pandemia de Covid-19, la situación de pobreza fue de alrededor de 6.8 millones de personas más que en 2018, y durante el 2021 se preveía la caída del Producto Interno Bruto del 7 por ciento, por lo que la población en pobreza, en México, sería de 60.2 millones de personas, un 8.2% más del 2018[3]. Estos han sido tiempos de adversidad económica y social cruzados por una enfermedad pandémica mundial. Pero debemos observar, los contextos de pobreza que sembraron gobiernos de derecha que pusieron a nuestro país aún más en situación marginal con devaluaciones, endeudamiento, aplicación de políticas sociales de marginalidad marcadas por políticas neoliberales; nunca un gobierno mexicano, como el del presidente Andrés Manuel López Obrador, había tratado de revertir la situación sin endeudarse en un contexto de pandemia. Este gobierno tomó medidas sociales poniendo diversas acciones con programas de apoyo social, para ayudar a los mexicanos: Programa Nacional de Becas para el Bienestar Benito Juárez (dirigido a menores de 18 años, pertenecientes a hogares en situación de pobreza extrema y que estudian en una escuela pública); Programa Jóvenes Construyendo el Futuro (implementado por la Secretaría del Trabajo dirigido a estudiantes universitarios para brindarles apoyo económico de 3,600 pesos; consistía en la capacitación laboral de jóvenes entre 18 a 29 años que al terminar su preparación podían tener la experiencia en el ámbito de trabajo); en este mismo orden, el gobierno implemento el Programa para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores (dirigido a mujeres y hombres de 68 años en México). La política de este gobierno ha proporcionado apoyo a sus habitantes que genera estabilidad social a pesar de la situación anómica adversa. Los grupos marginados más vulnerables han sido atendidos por López Obrador dando les prioridad. Y en el caso del contexto de la pandemia, la vacuna fue aplicada primero a los grupos vulnerables mayores de 60 años. Este es contexto que se da en el 2021 en México con la situación económica y social con la que el gobierno federal enfrentó la coyuntura anómica. Y observamos cómo repercutió en el futbol mexicano particularmente con el equipo Cruz Azul, su infraestructura y la relación con el grupo organizado de aficionados.

Pero antes de adentrarnos al estudio, describiré el antecedente de los trabajos sociales del deporte en el futbol mexicano. Uno de los primeros trabajos sobre esta temática fue el estudio de Andrés Fábregas enfocado en el equipo de futbol Chivas “Rayadas” de Guadalajara, este equipo solo contaba entre sus filas jugadores mexicanos, una situación sui géneris en el futbol local. Esto propició el interés de los aficionados que se identificaron con un equipo solo de mexicanos. Fábregas (2001) se enfocó en la identidad nacionalista que genera este grupo con sus seguidores. Y también en su estudio observó la construcción del nuevo estadio Akron en cuya inauguración el equipo mexicano Chivas de Guadalajara jugara contra Manchester United; el detalle observó Fábregas es un estadio para la élite (los ricos) por su lejanía de la zona urbana y de la afición.

Otro antecedente de investigación fue el trabajo de Magazine (2008). En su estudio evidencia el vacío que deja una política de Estado neoliberal en grupos sociales como los que conforman las porras (grupos de aficionados que apoyaban a su equipo cantando y haciendo ruido con aplausos, y en ocasiones con “matracas”[4]), que ya entonces, luchaban por implantar proyectos sociales y visiones alternativas de vida. Fue un estudio etnográfico realizado desde 1996 de la porra del equipo capitalino Pumas. Y aunque éste encontró prácticas en el estadio donde los aficionados apoyaban a su equipo activamente, esto es, de pie cantando y transmitiendo sus sentimientos al equipo, todavía no operaba el cambio hacia lo que serían los grupos organizados en el futbol mexicano, las llamadas barra bravas[5]. Magazine observó el líder de este grupo mantiene alta relación con la directiva, situación que a la postre le traería consecuencias con grupos disidentes que formarían otros grupos como “la Rebel”

Las barras bravas llegaron y fueron abordadas en los estudios sociales de Varela (2012), y González (2012) en estos trabajos apreciamos la participación de los grupos organizados al interior del estadio y fuera de éste, formando entidades que apoyaban a su equipo de futbol bajo la práctica de entregarse bajo circunstancias de no dormir, de beber o drogarse antes de un encuentro e incluso enfrentándose a otro grupo del equipo opositor. Después de esto se realizaron diversos estudios en México quedaron plasmados en el libro Magazine; Varela; Fábregas (2012) “Afición futbolística y rivalidades en el México contemporáneo: una mirada nacional” con investigaciones que iban desde “Los Pumas de la UNAM y sus rivalidades” de Gerardo Orellana; “Jaula, barrios y territorios en la porra la Komún de Santos Laguna” de Alfredo Morales; “la Banda del Rojo de los Diablos del Toluca” de Edith Cortés, Daniela Hinojosa y Adrián García Sánchez; “Necaxa y Aguascalientes” de Darío Zepeda Galván; “Aficionados futboleros en Guadalajara; características y representaciones de rojiblancos, rojinegros y tecolotes” de Rodolfo Aceves entre otros. Con esto cierro este marco de referencia. Y enfoco el estudio en la relación de la barra la Sangre Azul y el club de futbol mexicano Cruz Azul.

Futbol mexicano: el Club Cruz Azul, sus recursos y la relación con su afición organizada

Daré inicio al estudio describiendo los orígenes del equipo Cruz Azul, observando algunos detalles de corrupción en los que incurrió la administración de los hermanos Álvarez; después de este punto me interesa entretejer la relación que ha tenido el grupo organizado “la Sangre Azul” con el propio club.

El equipo fue fundado en la Hacienda de ciudad Jasso Hidalgo, en 1881 por una sociedad mercantil, inserta en la industria de la construcción; ésta era extranjera dirigida por el inglés Henry Gibbon. En el lugar había familias que se conocían por tanto había una relación identitaria vecinal que después se volvió cooperativa. En 1931, como mencioné, se convirtió en una sociedad cooperativa mexicana con 192 socios donde su primer director sería Arcadio Hernández Falcón que culminaría en 1953. (Comunicación personalizada, María Ávila Montiel, noviembre de 2011). Posteriormente, en el año de 1953 asumió la presidencia del Consejo de administración, Guillermo Álvarez Macías. Y así fue que llegó al poder la dinastía de los Álvarez al frente de Cruz Azul. Con la llegada de Álvarez Macías creció la fábrica, con la contratación de ingenieros y la compra de maquinaria que consolido una mayor producción (Comunicación personalizada, Lorenzo Ramos Gutiérrez, 8 de octubre de 2014). A principios de 1960 la administración de la cooperativa dio la orden de la construcción del estadio 10 de diciembre; ya con el estadio construido se inscribió al equipo Cruz Azul en la Segunda División en el torneo de la temporada 1960-61. En el año de 1964, durante la dirección de Álvarez, se profesionalizó al equipo y se creó el Club Deportivo Social y Cultural Cruz Azul; en ese año ascendió a la primera división bajo la dirección del técnico húngaro Jorge Marik. En la temporada 68-69 ganó su primer título; recordemos que el equipo Cruz Azul logró 7 campeonatos de Liga durante la época de los 70´s. y uno más en 1997. Regresando en el tiempo en 1976, 23 años después, muere Guillermo Álvarez Macías. En 1978 fue elegido como director Joel Luis Becerril quien duró diez años. Y en 1988, le suceden los hermanos Álvarez quedando como director general de la cooperativa Cruz Azul, Guillermo Álvarez Cuevas. Antes de entrar al tema de la relación del club de futbol Cruz Azul con el grupo organizado de aficionados que apoyaban al equipo es pertinente observar la directiva de la cooperativa tuvo problemas de legitimación con los socios por temas de corrupción y hoy se van solucionando con la política anti corrupción del gobierno mexicano. Cuando la cooperativa estuvo económicamente y socialmente creciendo repercutió en los logros del equipo de futbol Cruz Azul. (Comunicación personalizada, María Ávila Montiel, noviembre de 2014). Actualmente los legalmente nombrados presidentes del Consejo de Administración y Vigilancia son José Antonio Marín Gutiérrez y Víctor Manuel Velázquez Rangel; en tanto el anterior director general enfrenta una orden de aprehensión por delincuencia organizada. Gómez, T. (2019) [6]. Con esto observamos que el club Cruz Azul ha mejorado durante el torneo clausura 2021, lleva 9 victorias consecutivas y está colocado en el primer lugar de la tabla con 30 puntos por arriba del equipo que le sigue con 28 puntos, club América, y con 21 puntos, club Santos (9 puntos de diferencia). Como describimos antes, en el 2021, la situación social tanto nacional, como interna en el club Cruz Azul, la corrupción está sufriendo un revés por parte de las autoridades y esto podemos describir es un hallazgo de este estudio y que al equipo Cruz Azul le ha beneficiado tales acciones ya que lograron destituir a Guillermo Álvarez y poner una administración honrada que lleve a buen recaudo los intereses del equipo y de la cooperativa Cruz Azul.

Iniciaré la descripción de la relación que se dio entre la directiva del club Cruz Azul y el grupo de aficionados organizados. Es importante observar que en el caso mexicano, hablando específicamente del club de futbol Cruz Azul, no sucedió lo que en Brasil en la relación del club con los torcedores, el uso y la circulación de los recursos hacia temas como la modernización del Maracana, estadio del equipo de futbol Flamengo (en 2013, apoyado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología realicé el estudio de la torcida organizada Raza, Rubro, Negra del equipo Flamengo). En Brasil, con el club Flamengo, sucedían acciones diferentes como la renovación de su estadio; también había apoyo en la entrega de accesos al grupo organizado con un costo menor, e incluso yo recibí ayuda del líderes Marco Frazao de la torcida organizada para entrar y conseguir el ingreso, al mostrar ellos identificaciones que acreditaban su pertenencia a la torcida organizada del club Flamengo. En México, el club Cruz Azul se quedó sin el estadio Azul, aunque regresó al estadio Azteca, donde habría ganado la mayoría de sus títulos durante los años 70´s. Pero aún así Cruz Azul sigue como inquilino en un espacio ajeno, les falta un estadio propio. Aquí mencionaré, en este sentido, algunos equipos mexicanos han renovado la infraestructura de su estadio o incluso han construido uno nuevo como es el caso de los equipos de futbol mexicano: Guadalajara (construcción 2010), Monterrey (construcción en 2015) y León (construcción en 2021).

Pero entonces ¿cómo surgió la relación con el club de futbol Cruz Azul con la barra de la Sangre Azul? ¿cómo surgió la organización del grupo de aficionados llamado “la Sangre Azul”?¿Los boletos cómo los manejaba la directiva con los aficionados organizados? ¿qué prebendas disfrutaba el grupo organizado? Estos y otros temas plantearemos en la siguiente parte.

El grupo organizado surgió el 13 de enero de 2001, esta barra fue fundada por Sergio Rodríguez que participó en la barra Ultra Azul, del mismo equipo Cruz Azul. Él fue desconocido a finales del 2004 o principios del 2005 por varios aficionados: Pulga, Paco Malafacha, Marrana, Ana, Arma, Pirrin, Punker y Kiko. El exlíder al perder el control trató de desintegrar la barra, y se justificó argumentando que era una barra violenta. Y fundó, la Realeza. Durante este periodo el club Cruz Azul mantenía la sequía de campeonatos, y su estadio era el “Azul”. La variante de ruptura con Sergio, el fundador de la barra la Sangre, también dio al traste en la relación con el club, éste desconoció a la barra. Pero nuevamente la Sangre, dirigida por “Pulga” fue reconocida por la directiva del club a cargo de Billy Álvarez el 11 de agosto del 2007. Mi investigación inició aproximadamente en el 2008, y seguí los cambios, movilidad y transformación en el entretejido del grupo organizado y su relación con el club.

La organización de la barra de la Sangre (la llamaré así, porque en el discurso cotidiano entre los aficionados organizados que la componían, la nombraban de esta forma) era dirigida, todavía hasta el 2021, por el líder Rafael Rubio, alias Pulga (él tenía alrededor de 32 años, cuando lo conocí; y pertenecía al barrio de Naucalpan); él nombró la línea (es el nombre que se le dio a la forma de gobernar la barra como explicaré a continuación) después de separarse de Sergio Rodríguez, ex líder de la Sangre; la línea en 2008 era un grupo de alrededor 8 personas que decidían toda acción en la barra, en conjunto con su líder.

Pulga decidía a quién invitar a la línea. La pertenencia a la línea proyectaba un cargo de poder; los que formaban la línea era porque representaban a un grupo de integrantes de un lugar, territorio o espacio físico; la línea significaba una estructura de jerarquización vertical donde los que la constituían ocupaban una figura en un nivel más alto del resto de la barra. Pero entonces, Pulga tomaba en cuenta para seleccionar a los integrantes de la línea, el tiempo que tenían en la barra, su experiencia, su disposición, la relación con Pulga e incluso la legitimidad e influencia que tenía cada referente en su barrio y con el resto de la barra. Usualmente los seleccionados eran referentes o capos (categoría nativa con la que se dirigían a sus líderes) de su barrio.

En la Sangre, en pleno 2015, había modificaciones no sólo de integrantes sino además de acciones y prácticas que antes no existían como: no drogarse o la prohibición de tomar fotos en la grada.

El proceso de organización de la línea no cambiaba desde que la implementó Pulga como líder. Para el 2015, Pulga sacó algunos integrantes y puso a nuevos dirigentes de subgrupos barriales de la barra la Sangre (más adelante describí estos cambios). Toda decisión o acción tomada en la línea permeaba, de forma vertical, hacia los subgrupos barriales.

Durante este mismo 2015, participé en una junta donde observé la organización de la barra a partir de la línea. Los barristas ponía sobre la mesa temas como qué harían durante el encuentro siguiente para apoyar a su equipo. También aboradaban las problemáticas surgidas en cada partido. Cada uno de los participantes exponían su opinión. Los integrantes de la línea ponía los problemas a discusión y entre todos arcordaban las acciones a seguir. Como comenté antes, las soluciones de la barra a sus problemas se decidía por un grupo, la línea donde solo había algunos referentes de barrios.

Es importante hacer esta descripción previa porque nos da la pauta para entender que fue en una reunion, en el 2015, que el grupo organizado apuntaló las decisiones a tomar ante el club, la directiva y algunos jugadores del equipo Cruz Azul. Entonces, en esta junta se observó la postura a tomar contra la dirigencia del equipo; su inconformidad con el color verde y azul del uniforme contratado por la directiva con la compañía de ropa Under Armol; la adquisición del jugador ex americanista, el Maza Rodríguez con el cual, la barra la Sangre no estaba de acuerdo; la protesta en contra del director técnico y contra algunos jugadores por su desempeño en el campo [7]. En esa ocasión, también se colocaron a las afueras del club. Ellos protestaron con mantas y manifestaron su posición de inconformidad. Este año fue nuevamente de ruptura con la directiva del equipo. Pulga en una conversación en el estadio mencionó el director del club, Billy Álvarez estaba molesto con él por las acciones antes descritas. Pero en este context de la serie de sucesos que detonaron el alejamiento de las partes fue el sábado 21 de febrero, el equipo Cruz Azul enfrentó al Rebaño Sagrado, las Chivas de Guadalajara, durante el torneo del Clausura, en la Ciudad de México. Ese día la barra de la Sangre hizo caravana, como sucedía cuando había partido contra uno de los grandes: Pumas, Chivas o América. Después, en el interior del estadio antes del encuentro, la barra del equipo Cruz Azul realizó un homenaje con un mosaico (en papel de colores rojo, blanco y azul, que abarcó toda la cabecera local de la tribuna del estadio) al jugador argentino nacionalizado mexicano Cristian Jiménez, El Chaco. Todavía en ese encuentro Cruz Azul se ubicaba en el primer lugar de la tabla de clasificación con 14 puntos producto de cuatro victorias y dos empates. El equipo estaba invicto al igual que Veracruz. Las Chivas estaban en el undécimo lugar de la clasificación con 8 puntos, producto de dos victorias, dos empates y dos derrotas. El Rebaño Sagrado se encontraba con el “fantasma del descenso”. Fue esta situación que motivó a los integrantes de la Sangre para sacar, durante el encuentro, mantas de un personaje con la figura de un fantasma. Ese día el equipo Cruz Azul perdió 2-1 contra las Chivas. En las gradas algunos aficionados de la barra de la Sangre forcejearon con las autoridades por sacar el trapo blanco. Esta acción de censura, por parte de la policía, era común en los estadios de fútbol mexicano. Los barristas tenían prohibido meter y sacar trapos en las tribunas. Por esto las autoridades tomaron la decisión de quitarles las telas. Ningún barrista fue detenido, pero tuvieron consecuencias, ya que la directiva castigó a la barra de la Sangre con cinco partidos sin entrar al estadio Azul con instrumentos musicales y banderas, esto marcaba el inicio de una nueva separación entre directiva y afición. Recordemos en este periodo todavía era director general Guillermo Álvarez.

Entonces, el grupo de aficionados organizados después de contar con apartado de boletos a un precio menor o incluso gratuitos, dejaron de tenerlos; también dejaron de percibir apoyo de transporte en sus viajes a los juegos fuera de la capital. E incluso en la lógistica para actividades de color, para alentar al equipo, la directiva prestaba el estadio Azul; cuando era el caso, la barra asistía para la formación de un mosaico en la cabecera del estadio, acción que les llevaban hasta tres días. En este estudio observé la relación de la directiva del club con la barra era criticado por la opinión pública, los medios de comunicación y las autoridades. Esta experiencia la observé en otros países donde hice trabajo de campo: en Río de Janeiro, Brasil en 2013 y en Buenos Aires, Argentina de 2016 a 2017, y en la Cd. De México del 2008 a la fecha.

Regresando al tema de la relación del club con la afición organizada observé la directiva también presionaba a los barristas a través de las medidas policiales que “apretaban”[8] cada vez más en los filtros de revision a los aficionados; las prácticas de la policía iban acompañadas de presión psicológica y violencia verbal. Observé que los barristas si portaban la camiseta de la Sangre eran detenidos atribuyéndoles falsas acusaciones como faltas a la autoridad, algunos eran sacados del estadio. Aunado a esto, al interior del grupo organizado, los que apoyaban las protestas a la directiva y las prácticas del director técnico y su actitud conformista eran criticados por otra parte de la barra.

Después de este caos, la barra de la Sangre, encabezada por Pulga, se reunió con el Secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal (ahora Ciudad de México) Hiram Almeida y acordaron que el grupo organizado se comportaría sin hacer desmanes dentro y fuera del inmueble del estadio Azul, además de reducir el consumo de bebidas alcohólicas. El líder general de la Sangre pidió a sus integrantes, como acción en respuesta a las prohibiciones de la directiva, que no consumieran insumos en el interior del estadio, en especial alcohol. Esto como veremos más adelante, finalizó la incipiente relación que ya había entre el grupo organizado y la directiva (en este abordaje de consumo en general dentro del estadio faltó ahondar en cantidades económicas de cuánto aproximadamente consume el grupo organizado dentro del recinto del estadio, esto nos daría nuevos parámetros de análisis que podría inducir a nuevas hipótesis; podría ser que el hecho de la barra no hubiese consumido durante estas fechas de futbol del club repercutió gravemente en los intereses no del equipo, sino del directivo corrupto, que en 2021 tiene una orden de aprehensión por delincuencia organizada.

En un partido subsecuente, el día 7 de marzo, el equipo Cruz Azul enfrentó a Atlas, también de Guadalajara. Los aficionados realizaron las acciones cotidianas de cada juego local, como reunirse desde las 14 hrs. fuera de la puerta Diez, del estadio Azul, para recoger sus boletos. El ingreso al estadio fue por la puerta 7. En la tribuna de la cabecera donde colocaban a la barra no tuvo lleno total. Pero barrios como el de Santo Domingo, el de Azcapotzalco o el de Constitución, entre otros, no faltaron. En este partido noté el acuerdo que pidió Pulga: nadie estaba bebiendo o consumiendo alimentos. Esta acción debió golpear económicamente tanto a la empresa de la cerveza como a los propietarios del equipo Cruz Azul. La decisión de no beber ni gota de alcohol, la supo la directiva ya que los aficionados organizados del equipo se encargaron de hacerla pública por todos los medios entre ellos las redes sociales. En estos días no hubo derrama económica, de parte de la barra de la Sangre, en el consumo general dentro del estadio. No hubo consumo de alcohol al interior del estadio, en la cabecera de la barra, no porque no quisiera los directivos, o la empresa de cervecera, sino porque la barra, acordado por Pulga y la línea tenían consigna de no hacerlo. Tampoco en el estadio se presentaron desmanes entre aficionados, ni con autoridades.

En la fecha de la jornada 11, el 21 de marzo, el equipo Cruz Azul se enfrentó, en la capital mexicana, a Xolos de Tijuana y ganó 2-1. Una parte de la barra de la Sangre demostró su repudio a las acciones de algunos jugadores que los enfrentaron en la Noria, días antes. Pero parte del grupo organizado no estuvo de acuerdo con el reclamo de sus compañeros. Y aunque el líder Pulga intervino, algunos no le hicieron caso. En la tribuna hubo golpes entre los que apoyaban las críticas y los que no. Entonces, la policía entró en acción para separarlos, y el integrante de la línea, Poli los enfrentó. Al final lo tranquilizaron. Pero al término del encuentro, en la salida, detuvieron a este integrante, las autoridades de Seguridad Pública. Esto generó una situación donde Poli pidió al líder general lo apoyara para salir de su detención. Pero no hubo respuesta, lo que generó brotes de inconformidad entre los barristas. Tiempo después al ser liberado, Poli encabezó la rebelión contra el líder general de la Sangre. Los reclamos de este último, los hizo a Pulga por el mal manejo de los fondos de la barra, ya que en situaciones como esta se requería de esos recursos para pagar multas o mordidas a la policía. Pude observar que, en este asunto del manejo de fondos de la barra, a cada boleto le agregaban un valor extra al costo final precisamente para la obtención de recursos. Entonces, comenzó una división al interior de la barra por el grupo del Bloque Norte organizado por Poli.

El miércoles 22 de abril en la página de la barra de la Sangre, Pulga posteó un comunicado oficial donde señaló que se llevaron a cabo una serie de medidas para limpiar la imagen de la barra y tener un acercamiento con la afición. Por los hechos de violencia al interior de la Sangre, en el partido contra el equipo Xolos decidieron expulsar del sector de la barra a los rijosos, entre ellos Poli. Otra medida que propuso la barra, en este comunicado, fue acercarse a la afición en general e invitarla a apoyar al equipo a través de cánticos que repartieron impresos en papeletas alrededor del estadio. Propusieron unirse entre afición, familias y la misma barra de la Sangre e incluso invitaron a la caravana que realizó la Sangre el día 25 de abril, de la jornada 15, en la Previa desde el metro San Pedro de los Pinos. Ese día Cruz Azul juegó contra los Jaguraes de Chiapas, el equipo local perdió 1-0. Sólo tuve la información no acudí a este encuentro. En la jornada siguiente el equipo Cruz Azul enfrentó a Pumas de la universidad y ganó 1-0. Pero en la jornada 17 el equipo Cruz Azul perdió 2-0 contra el equipo (que descendió y era último en la tabla porcentual atrás de Puebla) de la Universidad de Guadalajara, los Leones Negros. En este encuentro asistí a la reunión fuera de la puerta 10 y aunque no entré al estadio estuve con ellos antes del juego. Observé que la vigilancia fue doble, de alrededor 700 elemento de la Secretaria de Seguridad Publica, además de unos 500 elementos de la policía auxiliar. En el trayecto al llegar en mi auto por Avenida Patriotismo, a la altura de la calle de Tintoreto, observé cerca de 8 autobuses, además de patrullas de la policía. En cada esquina vial había uniformados. Al descender de mi auto y caminar por el Eje 5 Sur encontré, un mayor número de uniformados, alrededor de 4 elementos por esquina. En la calle de Agustin Rodin siempre hubo un bloque del personal de la Secretaria de Seguridad Pública que filtraba, con vallas naranjas y azules, el paso a los vehículos y sólo daba entrada a los transportes locales. Para esta ocasión hubo el doble de elementos de policía y de patrullas con las torretas prendidas. En las calles cercanas de acceso directo al estadio Azul, Carolina e Illinois, usualmente no había policía. Pero esta vez, desde la boca calle hubo de 2 a 4 policías vigilando el ingreso a las proximidades del inmueble deportivo. En estos filtros cercanos al estadio revisaron las pertenencias y que no llevaran puesto el cinturón. No permitían la entrada al estadio con elementos que pudieran afectar la integridad de los participantes. En el acceso que daba al estadio había alrededor de 100 policías formados en hilera y revisaban a todo el que pasaba. Esta zona ubicada en la calle Indiana rodeaba una parte del estadio y era el acceso de los aficionados del Cruz Azul a lugar; había granaderos supervisando (así se les conocía a los uniformados que a diferencia de la policía utilizaban escudo, casco, bastón -o macana- y botas). A la altura de la puerta 5 había un camión blindado de color negro (algo totalmente inusual en el espacio del estadio) de una altura de aproximadamente 2 metros y medio, con tumba burros adelante y atrás (una protección de acero en forma de plancha de alrededor metro y medio de largo). En su frente tenía lámparas de unos 2000 watts de potencia (todo era utilizado estratégicamente para defensa y ataque de los granaderos; como lo mencioné antes con el fin de la relación del club y el grupo organizado inició la violencia y marginación de la barra, proyectado desde la directiva y pasando por las autoridades con prácticas de intimidación, algo que se dio en esos días por la bronca interna de la barra desde el partido contra Chivas de Guadalajara).

En la parte de arriba del transporte oficial había un policía de la SSP que portaba un uniforme negro con un casco tipo militar alemán recortado circularmente pero con una ligera caída en la nuca. El uniformado traía radio comunicador. La postura del elemento de seguridad pública era erguida, desafiante, parado en la parte alta del vehículo con los brazos abiertos y las manos colocadas en su cintura; la posición demostraba poder y control; por algo las autoridades ponían a su integrante situado en la parte alta del vehículo policial, en las inmediaciones del estadio Azul.

Estas eran algunas de las razones por las que no se observaba afluencia de barristas al estadio Azul y que prosiguieron después con la mudanza al estadio Azteca. Descendió hasta un 50% la participación de los aficionados organizados. En voz de algún referente del barrio esto provocó, la barra no asistiera a los partidos de Cruz Azu; además (como lo describí antes), la situación adversa entre líderes se desató después del enfrentamiento en la tribuna en el encuentro de Cruz Azul contra Xolos de Tijuana. La directiva del equipo, les cortó los apoyos de recursos de boletos y transporte, y en el estadio impidió el paso de instrumentos musicales y el acceso a la cabecera del estadio donde regularmente eran situados; fueron simbólicamente desterrados aquellos que dan la vida por su equipo Cruz Azul en la buenas y en las malas, y siempre están presentes.

Aunque la barra de la Sangre fue censurada por ciertas prácticas por la directiva, el grupo organizado de apoyo ya había sobrevivido a instancias similares en otras temporadas, e incluso demostró su apoyo incondicional al equipo Cruz Azul con o sin recursos de la directiva. Y recalco durante esos tiempos de inestabilidad y aguante el líder era Pulga apoyado por Paco (en paz descanse), Punker, Arma, Ana, Santocho y los respectivos subgrupos barriales. Esta inercia que generaron la directiva y las autoridades sirvió para observar cómo afectó la gobernabilidad de la barra. Y conjuntamente comprobé si lo que movía a la dirigencia de la barra era un interés clientelar cimentado en los recursos materiales que brindaba la directiva. Estas acciones se develaron durante este tiempo.

Era importante observar el cambio en las prácticas y acciones tanto de las autoridades (la policía) como de la directiva de Cruz Azul. Las primeras, desde los últimos partidos en el estadio Azul en el Clausura 2018 y después en el estadio Azteca hasta el 2020 (antes de la pandemia) como lo describí, incrementaron sus acciones contra la Sangre: estas prácticas se centraban desde la llegada y entrada al estadio, en la grada y a la salida del inmueble.

Como lo describí antes, la barra se separó en 2 Bloques. El Bloque de Pulga y el otro Bloque, primero dirigido por Poli, y posteriormente por Carrera que se constituyó como líder del Bloque Norte de la Sangre. Carrera participaba en la barra desde tiempos del líder Deca con el subgrupo de la Popular Norte. En el 2008 Deca ya reunía, para salir a apoyar a Cruz Azul, cerca de 200 barristas. En estas circunstancias fue creciendo la experiencia de Carrera como integrante del subgrupo. Para 2016, durante los momentos más representativos de la separación de la barra, el Bloque Norte se constituía de los subgrupos: El Rosario; Cancheros; norte de Atizapán; Nicolás Romero; Azcapo; Popular Norte, Ecatepec, Cuautepec, Tlanepantla, Naucalpan (“Lucen” era referente), Iztacalco (el “Guango” era líder y compadre de Carrera), y El Bajío (Querétaro, León, Guanajuato), entre otros.

Carrera como líder del grupo, en 2021, se representaba así mismo como una persona que no necesitaba de la barra para sobrevivir económicamente ya que tenía un trabajo propio. Y en este mismo sentido, él no manejaba los recursos acumulados por el Bloque de la barra la Sangre. Había un “núcleo de operaciones”, según Carrera de 3 personas de confianza; ellos se encargaban, uno de administrar redes sociales, otro de organizar la Diez (grupo de la música) y un tercero de administrar el dinero (entre otras cosas, lo utilizaban para gastos de grabación de audios de la Diez; pago de camiones; la organización del torneo de barrios; la fiesta de aniversario; y “acciones correctivas” consistía en el uso de dinero para comprar regalos para los mandos policiales, jefe Gama y Leopardo - como una caja de vino).

Regresando a la descripción diacrónica de algunas prácticas relevantes de la barra, el 22 de julio del 2018, después de haber participado en la grada con la Sangre apoyando a Cruz Azul en el partido contra Puebla, marcador final 3-0, y su regreso al estadio Azteca observé la división en el grupo organizado. Me surgió la idea de juntarlos y platicar de las posibilidades de acabar con la división. Aproveché que conocía a varios integrantes y barrios de la Sangre; convoqué, en la misma grada a ambos bloques a una reunión de reconciliación (debo decir que los líderes Pulga y Carrera se veían cada que había junta con las autoridades antes de un partido, esto generaba comunicación y acercamiento entre ellos; hasta cierto punto había una relación respetando cada quién su posición y lugar de su Bloque; esto daba la posibilidad de continuar apoyando al equipo Cruz Azul en la grada sin choques).

El 30 de julio del 2018 a la reunión asistieron, los líderes Carrera y Pulga y algunos referentes de los subgrupos barriales: Observatorio; Tecámac; Santo Domingo; Centro; Iztapalapa; Contreras y Poniente. Hablaron de mantenerse separados administrativamente y procurar hacer el apoyo cantando en la grada unidos; se platicó de tratar de hacer caravana juntos desde algún punto cercano al estadio Azteca; hubo una propuesta de salir de Av. Las Torres en el parque ubicado en la colonia Lázaro Cárdenas frente a la Plaza Paseos Acoxpa. Hasta la fecha no los he observado realizar esta práctica.

En la parte final de esta descripción observé el equipo Cruz Azul en 2018 pierde la final contra su acérrimo rival el club América. En 2019 Cruz Azul se enfrentó nuevamente en cuartos de final al equipo América perdiendo en el primer encuentro 3-1 y ganando el segundo 1-0; la máquina quedó fuera de la competencia nuevamente perdiendo en el global contra su enemigo número 1. En el Apertura 2019 se reiniciaron las actividades y las ilusiones. Cruz Azul jugó el partido de Supercopa MX contra Necaxa y gana 4-0 dando nuevamente a su afición elementos de motivación.

También resaltaré otras prácticas que observé en el estudio. El 27 de julio del 2019, Cruz Azul empató a 1 gol contra el equipo de futbol Toluca; ya en el Azteca, en las gradas, observé cada bloque de la barra llegó con sus líderes y festejaron la despedida del “Conejo” Pérez; algún barrista indicó nadie había organizado la barra para el homenaje al jugador. Pero en la tribuna comenzaron los caticos de “ole ole ole ole Conejo, Conejo, ole ole ole ole Conejo Conejo”, y también el cantico en todo el estadio “Conejo Conejo Conejo…”. En la cancha tanto jugadores de Cruz Azul como de Toluca hicieron el pasillo ritual al jugador. De esta manera observé, la barra de la Sangre había cambiado su configuración de un modo que no había observado antes. No estaban peleados; seguían apoyando juntos en la grada; aunque estaban separados y tenían diferentes líderes, los dos referentes estaban en contacto cuando se requerían; si había algún llamado de la policía en la grada bajaban ambos referentes a dialogar. Como observamos, la barra comenzó a aplicar prácticas conjuntas gracias al restablecimiento de diálogo entre ambos bloques. Esto los llevaba hacia una sinergia de apoyo, ya había integrantes que se conocían antes del pleito entre los bloques y ahora que se reestablecían los vínculos de comunicación, los integrantes se volvían a hablar y a saludar sin ninguna censura previa por sus pares del bloque. Cabe señalar que la directiva del club hasta el 2021 no había cedido un ápice de comunicación, ellos continúan alejados de los líderes de los bloques, y éstos no buscan a la directiva; se siguen moviendo con sus recursos, para viajar, para entrar al estadio, para moverse de estado a estado cuando viaja el club. En algunos juegos en esta cuarentena, el bloque de Carrera se reúne para apoyar al equipo en el hotel donde se hospedan.

Para terminar, haré un breve recuento e interpretación de nuestro estudio en el futbol mexicano. Analizaré lo que ha sucedido en este contexto del club de futbol mexicano Cruz Azul, sus recursos, su infraestructura tanto del estadio como las instalaciones de entrenamiento, gimnasio, canchas de prácticas y su relación con el grupo organizado de aficionados la Sangre Azul. La directiva durante el tiempo de este estudio del 2008 al 2021 en un principio se mantuvo apoyando al grupo organizado, dirigido por Sergio Rodríguez. Al tener problemas entre los barristas, el primero se separó para formar otra barra “la Realeza” y el segundo continuó con la Sangre y aunque al principio la directiva no lo apoyó, posteriormente recibió de su apoyo llevando a cabo una relación clientelar, ambos protagonistas recibían apoyo recíproco, Magazine, R. (2008); Adler, L. (2003). Haciendo recuento, los recursos de apoyo iban desde el préstamo de la cancha del estadio hasta las instalaciones de la Noria, campo de entrenamiento del equipo Cruz Azul. En la cancha del estadio, el grupo de aficionados organizados armaba la logística del mural móvil de mosaicos desplegándolo en la grada en un juego de futbol del equipo; o el espacio lo utilizaban como terreno de juego; para este mismo fin utilizaban el campo de la Noria, esto es en el torneo de barrios de la barra. En tanto la barra iba a todos los partidos de local o de visita apoyando incondicionalmente, había un acuerdo con el club; además la identidad con el equipo Cruz Azul mueve a los aficionados organizados a exponer el cuerpo ante cualquier circunstancia sin importar recurso, se daba el aguante no violento, Garriga (2013a). Pero es evidente que el líder de la Sangre ha ganado de esos recursos que concede la directiva. En cuanto a la relación del club con los aficionados, en México no se hace oficial pero la mayoría de los equipos de futbol cuentan con esta relación al igual que equipos en el extranjero que he estudiado como Flamengo en 2013 y River Plate en 2016, no era bien visto por la opinión pública de su país, pero tienen esa relación.

Describiremos, los recursos que desplegó el club Cruz Azul a los aficionados organizados: estos fueron el apoyo con boletaje del cual se ganaban un porcentaje de costo de éste y finalmente hubo pleitos entre los aficionados Pulga y Poli, por el control y la distribución de esos recursos; dinero que les daba incluso para viajar al extranjero, cuando el equipo jugaba un partido internacional. En tiempos del dirigente de la porra familiar, Carlos Ordoñez nos confesó, la directiva del club Cruz Azul les regalaba alrededor de 200 boletos; el dirigente obsequiaba el boleto a sus agremiados siempre y cuando no faltaran y fueran constantes en el apoyo al equipo Cruz Azul. En la Sangre nunca el dirigente Pulga me confesó si la directiva le obsequiaba los tickets de entrada, aunque uno de los integrantes de la línea (no evidenciaré su identidad por cuestiones de seguridad), nos compartió la información, la directiva sí les obsequiaba el boletaje. Entonces si fuera ese el caso y una entrada costaba $100 pesos mexicanos, quien vendía los 200 boletos podían sacar alrededor de $20 000 pesos mexicanos. Cuando el equipo pasaba a semifinales, los costos eran incrementados. Este apoyo se dio un tiempo en la administración con la directiva de Guillermo Álvarez; hoy en 2021 ya no lo hay. Al igual que el apoyo del recurso del transporte, o simplemente el apoyo para ingresar con instrumentos y banderas a la grada también se acabó desde el 2015. La relación clientelar, Magazine (2008) que existió entre el grupo organizado de aficionados y la directiva del club empoderaba a quien daba los recursos y les posesionaba con una voz de mando sobre los otros, al final esta voz no tuvo peso porque el grupo organizado no quería ser dirigido e incluso este grupo quería tomar partido en decisiones que le competían al club. A diferencia de los equipos sudamericanos donde hay una relación cercana entre afición y club por la sociedad entre ellos, en México los clubs son sociedades mercantiles privadas, no hay vínculos jurídicos entre club y afición y esto hace que estén desligados unos de otros. Pero evidentemente los equipos buscan haya más que un acercamiento por parte de la afición con el club y buscan formas creativas para que prevalezca la identidad. El club trata de hacer más fuerte esta identidad y pertenencia, no habiendo este vínculo legal es difícil para los clubs mexicanos lograrlo, pero no imposible a través de temas de publicidad y mercadotecnia que son objeto de estudio en otra investigación.

Bibliografía

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Notas

[1] Recuperado de: CONEVAL Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social | CONEVAL
[2] Información recuperada de: Morena. Historia de un partido político en ascenso (milenio.com)
[3] Recuperado de En México aumentará 14.2% cifra de pobres en 2021, proyecta investigador - Sociedad y Justicia - La Jornada
[4] Instrumento de madera con engranes que al girar hace un sonido estentóreo, es decir de alta intensidad y ensordecedor.
[5] La categoría de barra brava, Alabarces (2005) asegura en el fútbol argentino, aparece después de un hecho trágico en la tribuna en un juego entre Racing Club y Atlético Huracán, un 9 de abril de 1967. Garriga (2015) la describen como una forma de identidad, legitimidad y honor. Cabrera (2017) la describe como un grupo de seguidores de un equipo de fútbol que se auto reconoce como colectivo y está fuertemente organizado. Garriga (2005) señala a este grupo como el colectivo que congrega a los que tienen aguante, a los picantes. En Moreira (2005), ellos no representan una horda de salvajes sino un grupo que piensa y razona para organizarse
[6] De temas de corrupción en la cooperativa Cruz Azul, la investigación realizada por la asociación civil sin fines de lucro “Mexicanos contra la corrupción e impunidad” ha documentado información que inculpa al ex director Guillermo Álvarez Cuevas de desvíos millonarios. Para profundizar consultar fuente. Recuperado de El juego millonario de la Cooperativa Cruz Azul. (contralacorrupcion.mx)
[7] La línea ingresó sin permiso a las instalaciones de entrenamiento en la Noria del equipo Cruz Azul. Estas acciones en el 2015 fueron criticadas por la opinión pública en general. Como señaló Pulga fue un plan establecido por la línea y él; reconoció no estuvieron bien, no en cuanto a la protesta sino respecto al ingreso a la propiedad privada (Pulga, comunicación personalizada, marzo 2015).
[8] Es una categoría que utilizan en Sudamérica y refiere a la presión que realiza los aficionados organizados al equipo, o los jugadores e incluso en algunos casos a los árbitros; en el caso que la referimos es de las autoridades a los barristas.

Notas de autor

1 Catedrático e investigador social en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), México. Doctorado en Antropología Social en la Universidad Iberoamericana; y Posdoctorado en la Universidad Nacional de San Martín en Buenos Aires, Argentina. E-mail: cupula7s@yahoo.com.mx. ORCID: https://orcid.org/0000-0002-6523-820X.

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